TRISTESSE

TRISTESSE

Suenan acordes de piano
que me acarician el alma,
sus teclas lloran tristeza
aferrada a una sonata.
Impregnada de tu ausencia
vuelan sus notas amargas
en busca de mis oídos
que tu dulce voz aguardan,
irrumpen en mis adentros
lacerando mis entrañas.
Al son de la melodía,
por Chopin interpretada,
mi pobre corazón gime
su desconsuelo, sus ansias;
cruelmente sesga mi vida
esa distancia inhumana
que nuestros cuerpos aleja,
que nuestras almas separa.

Datrebil

GÉLIDA INDIFERENCIA

GÉLIDA INDIFERENCIA

Lapidan mi alma las lágrimas secas
que tragan mis ojos tristes
anegados de fría indiferencia,
acuciada por el sangrante silencio de sus palabras,
por el esquivo reflejo de su mirada
al enmudecido grito de mis pupilas;
urgida por la transparencia de sus abrazos
aferrados a mi cuerpo con etéreas manos
que no alcanzan siquiera a rozarme.
Trágica indolencia provocada por su ausencia
socava en mis adentros los cimientos,
a los que me agarro como clavo ardiendo.
Se clava en mis entrañas cual puñales
el anheloso sabor de sus labios
lacerando cuanto encuentra a su paso,
se perpetúa en la almohada
los besos que fueron soñados
y que mi boca no llegó a probar.
Es la gélida indiferencia con la que me paga,
la afilada hoz que me acerca la noche eterna.

Datrebil

QUERÍA

QUERÍA

Quería regalarte la estrella más hermosa
que jamás hayas visto/ en el oscuro cielo,
para que reflejara la más sutil belleza
cuando tus lindos ojos de cerca la miraran.
Otro obsequio te traigo pues no pude alcanzarla,
mis manos no llegaron por más que yo quisiera.
Te regalo una rosa que floreció en mi pecho;
sus pétalos son blancos, como el amor que evoca.
Mas no será una estrella, ni esté junto a la luna;
es una flor sencilla que muestra tu hermosura.

Datrebil

SI TU CUERPO FUERA EL MAR

SI TU CUERPO FUERA EL MAR

Si fuera tu cara el mar,
en sus arrecifes bellos
dejarían sus destellos
mis ojos al zozobrar.

En sus hermosos corales
encallarían mis penas
y el canto de las sirenas
alejaría mis males.

Y tus suaves manos, el mar
que reporta hacia su puerto
mi corazón descubierto
para poder arribar.

Quisiera anclar en tus senos
el más cariñoso abrazo,
y sientas en tu regazo
mis latidos más amenos.

Ahogarme en tu sonrisa
de tibias aguas abiertas,
en tus miradas cubiertas
de la marinera brisa.

Y sumergirme en tus ojos
mientras se alzan hacia el cielo
en un anhelante vuelo
entre naranjas y rojos.

Si fuera tu cuerpo el mar
y el mío un barco velero,
en su oleaje ligero
yo quisiera naufragar.

Datrebil

TUS LÁGRIMAS SON ESTRELLAS

TUS LÁGRIMAS SON ESTRELLAS

Después de mirar tus ojos
ya sé qué son las estrellas.
Son tus lágrimas amargas
que en el cielo se condensan,
vertidas con desconsuelo,
teñidas de gran tristeza;
porque te hiere la boca
que tus dulces labios besan.
En la oscura noche, niña,
tu desánimo reflejan
como el faro que previene
al barco que llega a tierra.
Solidarias con su luna
advierten a quien te quiera…
me iluminan el camino
para mitigar tu pena.

Datrebil

ES TU NOMBRE

ES TU NOMBRE

Lejos del vacío de muchas otras palabras
que se dilapidan en el ensordecedor silencio
de nuestro mundo,
acaricia mi alma pronunciar tu nombre.
Es en la comisura de mis labios
el tierno beso que anheloso espera
el cálido roce de tu boca,
suave melodía que embriaga mis oídos
y hace vibrar el corazón que cela mi pecho.
Es el ángel que bate sus alas en mis sueños
buscando cobijo en el arrullo de mi voz;
el latente recuerdo subyugado a mi mente
que ocupa los blancos de mis pensamientos…
Es tu nombre, mujer, aún en voces ajenas
la evocación de tu presencia en mi memoria,
el sosegado eco que marca el son de mis latidos.
Es el alegre trino de un pájaro soñador
que busca su dicha en las nubes blancas
de un cielo exasperado,
mientras surca vientos de esperanza y amor…

Datrebil

OÍR TU VOZ

OÍR TU VOZ

Es tu voz melosa, la oportuna ola
que impulsa al náufrago a la orilla
cuando un mar embravecido se dispone a engullirlo
y las fuerzas ya le fallan.
Es tu voz sosegada, la gota de rocío
que calma el hastío de plantas y flores
casi marchitas por el calor de la tarde.
Es tu voz profunda, el suave susurro de viento
que acaricia las alas de los pájaros
mientras alzan el vuelo y surcan los cielos,
libres como los sueños.
Es tu voz dulce y pausada, el anhelado beso
que sacia la sed de mis labios
embelesando inevitablemente mi cuerpo y mi alma.
Oír tu voz...
es el eco que sustenta mi memoria,
el suspiro de aliento que falta en mi pecho.
Oír tu voz...
es sentir la música celestial de los ángeles,
el penúltimo latido que me aferra a la vida.

Datrebil

LA ÚLTIMA CANCIÓN

LA ÚLTIMA CANCIÓN

Rompe el bullicioso silencio de la noche,
desempolvando notas olvidadas,
el triste lamento de un viejo saxofón
que entonan amorosas sonatas.
Lloran somnolientas las cándidas rosas
que adornan en el balcón las regias balaustradas;
sus lágrimas se precipitan al vacío,
agónicas por el son y su nostalgia.
En Dios busca la gente la respuesta
con miradas atolondradas,
embriagados por el místico devenir
de las volátiles notas que escapan por la ventana.
En la fría habitación del ático
donde suena la última balada
caen los pensamientos esperanzados
a un teclado con letras medio borradas;
se quiebran los versos de un loco soñador,
la triste tesitura llega al final con la mañana.
Ya no se oyen los armoniosos latidos
de un corazón que amor reclama.

Datrebil

¿QUÉ ES POESÍA?... SIN TU RISA

¿QUÉ ES POESÍA?... SIN TU RISA

Qué es poesía preguntaba
Bécquer, mientras observaba
las pupilas azuladas
de una encantadora dama.

Mis tristes ojos se clavan
hoy en tus pupilas pardas
para decir sin palabras:
es poesía tu mirada.

Eres tú, mi niña guapa,
la poesía que me embarga,
aquella que llega al alma
y de loco amor me mata.

Miguel Hernández exclama,
en unos versos que atrapan,
que la risa de su amada
le hace libre, le da alas...

Es la curva dibujada
en dulces labios de nácar
tu sonrisa sevillana,
mi libertad anhelada.

Eres tú, mi niña amada,
esas alas que me alzan
a las nubes que soñaba
donde sólo tú me amas.

Datrebil

AMAR Y QUERER

AMAR Y QUERER

Amar es sentir el viento
cuando despeina tu pelo;
pasar el día soñando
y saber que estás despierto.

Querer es volar sin alas
por el confín de los cielos;
saber que no habrá distancias
que detenga nuestro vuelo.

Amar es creer que el mundo
se ha parado por completo
cuando ves esa mirada,
que ilumina tu universo.

Querer es mirar tus ojos
y rendirme a su destello
perdido por su belleza,
mientras desafío al tiempo.

Amar es sentir la lluvia
resbalando por tu cuerpo
como una dulce caricia
repleta de sentimiento.

Querer es llorar por verte
cuando en frente no te tengo;
es ser la lágrima clara
que sequen tus suaves dedos.

Amar es mirar de noche
toda la magia del cielo
y ver como se refleja
la luna en el mar inmenso.

Querer es ver las estrellas
brillando en el firmamento
y creer que son hermosas
porque trazan tu reflejo.

Amar es oír con calma
cada sonido en silencio
y creer que entre susurros
te están diciendo te quiero.

Querer es soñar contigo
mientras te digo te quiero
y saber que cada noche
yo sólo contigo sueño.

Melancolía y Datrebil