MI MAYOR CASTIGO
Llegará con su manto ennegrecido,
guadaña en mano, la impasible muerte
llevándome a los lindes del olvido;
final de mi destino, de mi suerte.
Se apagará la luz de mi mirada
y con ella el albor de tu sonrisa;
vacía de mis sueños, la almohada
no me verá danzar con mi Artemisa.
Mas no será el peor de mis pesares
deambular por el mundo de las sombras,
sino no precisar en esos lares
dormir para soñar que tú me nombras.
Pues de morir, no habrá mayor castigo;
que no poder, amor, soñar contigo.
Datrebil