...Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran;
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira;
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas;
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía!
Gustavo Adolfo Bécquer

CÓMO DECIRTE QUE TE QUIERO
Con las voces que callan en mis labios
- ansiosos de rozar la comisura
de los tuyos - y quedan inconclusas.
Con el silencio de mis ojos verdes
- que te desnudan sin tocar tu ropa -
que gritan el amor que les evocas.
Con las caricias vanas que mis manos
- sedientas de las mieles de tu cuerpo -
dibujan, aun despierto, en cada sueño.
Con los briosos latidos que se agolpan
en mi pecho - anhelante del calor
de tus senos - en rojo tornasol.
Con los sencillos versos de un poema
- que sólo sueña con llegarte al alma -
que se quedan en aguas de borrajas.
Cómo decirte que te quiero
si no hay palabras para describirlo,
más que la forma en que te vivo.
Datrebil

SONRÍE
Cuando abras las persianas de tu cara
y veas reflejado en el espejo
el rostro material de la desdicha,
que invitan a tus ojos desolados
bajar las escaleras del mutismo...
Y a cada paso, pises tus retinas
agonizando en páramos de asfalto;
mientras tus pies se encharcan de tristeza
húmeda y salitrosa, retenidos
por las frías cadenas del pasado...
Cuando busques respuestas en el cielo,
desafiando la recia gravedad
de la desolación y el infortunio,
y no halles más palabras que las tuyas...
Y ahogues la mirada en tus entrañas
entre dudas, preguntas y silencios
sin encontrar, siquiera, el eco mustio
de un corazón maltrecho por su sino...
Recuerda las pupilas aceitunas
que por ti lloran, brillan y desvelan
esperando la luz de tu sonrisa.
Datrebil

RENDIDO A TU PASIÓN
Si tus luceros fueran ese cielo
en que la luna juega titilante
con las estrellas y mi fiel desvelo,
no existiría sitio más vibrante
donde volar con alas de cartón;
más que en tus ojos de color marrón.
No hallaría lugar más excitante,
más allá de las mieles de tus labios,
do poder zozobrar agonizante
- resarciéndome así de mis agravios -
que en la boca que anhelo yo besar,
si tu férvida lengua fuera el mar.
Si fuera tu silueta un dulce verso
en el que la palabra "palpitante"
dominara su anverso y su reverso,
no habría superficie más radiante
y bella que tu cuerpo de mujer
para escribir mis trovas del ayer.
Y si lo fueran... y si ya lo son...
Y es patente que no hay mejor lugar
donde amar y dejarse enamorar...
que a tu lado, rendido a tu pasión.
Datrebil

SOÑÉ
Esta tarde soñé con tu mirada,
perpetuada en el verde de mis ojos,
sin la necesidad de estar dormido...
con la severidad de andar despierto.
Soñé con tus caricias ardorosas,
tus dedos dibujaban en mi espalda
las olas desbocadas y voraces
de un mar embravecido, desatado;
mientras duermen tus labios en los míos,
imborrables los besos que me diste...
que nos dimos... que fueron y vinieron...
Soñé con el calor de tu cintura,
aplacada en mis manos delirantes;
con el dulce sabor de tus lascivos
senos, sápido néctar... lujurioso.
Soñé con el vaivén de tus caderas
embistiendo mi sexo contra el tuyo,
fundiendo nuestros cuerpos, nuestras almas
en el fuego voraz de la pasión.
Soñé que me soñabas en tus brazos,
reviviendo mi sueño a cada palmo.
Datrebil

UNA CARICIA
Una caricia es el beso
que se otorga sin los labios
y la tímida mirada
que no parte de los ojos.
Es el eco en los oídos
de las palabras "te quiero",
la sonrisa que nos habla
con destellos chispeantes.
La metáfora de un verso
que nos estremece el alma,
el piropo clandestino
que enrojece tus mejillas.
Es el aire que respiras
cuando miras a la luna,
el alimento que comes
cuando te sientes hambrienta.
Una caricia es amar
con el roce de las manos,
percibir aun con los dedos
el latido más profundo.
Es el hecho indisoluble
de dar y recibir todo,
cuando le abrimos las puertas
del alma, a las sensaciones.
Datrebil

POR TI
Construyo un alto castillo
con simples granos de arena
de jazmines son sus torres,
de rosas sus escaleras;
sube sin miedo, mi vida,
- del fortín, eres princesa -
te llevan hacia las nubes
donde ondea tu bandera.
A los pies, un mar sereno
arrulla la fortaleza;
sus dedos están templados,
rozar tu silueta esperan.
Pongo en tus manos el cielo
con su luna y sus estrellas,
para que puedas tocarlas
como lo haces cuando sueñas
- mas no llegarán jamás
a poseer tu belleza -.
En las aguas cristalinas
donde tu barco navega
impulsado por el viento,
hundí por siempre las penas;
las lágrimas de tus ojos
que mostraron tu tristeza
se esfumaron en las olas
que - por ti - yo convirtiera.
Aquello cuanto desees...
el sol, la luna, una estrella...
un castillo, el mar, las nubes...
o los ojos que te besan...
o una cándida sonrisa...
dejará de ser quimera.
En unos sencillos versos
que dé pie a un mero poema,
hallarás cuanto pretendes,
cuanto quieres, cuanto anhelas...
Y los desnudos latidos
de un aprendiz de poeta.
Datrebil

QUÉ SE DETENGA EL TIEMPO
Cuando mi sombra bese tus zapatos
fundida en el apego
que le ofrece la tuya,
languidecida en el betún del suelo...
Cuando mis ojos verdes,
sedientos del reflejo
del alma que redime tus pupilas,
naufraguen sin resuello
en la profundidad de tu mirada
clamando mi secreto...
Cuando mis labios sueñen
con despertar el beso
que duerme en el rubor de tu sonrisa,
mientras callan, medrosos, mil "te quiero"...
Cuando sientan mis manos,
aun en la levedad de un roce escueto,
el calor de tu piel
o se posen tus dedos,
cual sutil mariposa,
en los pliegues añejos de mi cuerpo...
Cuando bulla en tañidos vehementes
el tambor de mi pecho,
esperando advertir de tus entrañas
el conmovedor eco
que me lleve a tus brazos...
¡Qué se detenga el tiempo!
Datrebil

NO LLORES, POETA
Si supiera leer en tu mirada
las palabras que duermen en tu boca,
hallaría el amor que las evoca
dentro del corazón.
Sentiría el rubor de tus pupilas
embriagadas, que juegan a besarla
con la misma inocencia que al amarla
fórjase tu bastión.
No, poeta, no llores
por soñar con tenerla
abrigada en tus brazos,
percibiendo su piel por vez primera.
Continúa plasmando
en sentidos poemas
el amor que declamas
en tus ojos y calla su ceguera.
Si no sabe leer en tu mirada
el amor que en tu pecho se atesora,
de tus versos podría ser lectora
si vuelves a escribir.
No hay manera mejor, para el poeta,
de expresar sus profundos sentimientos
que versarlos a golpe de sedientos
latidos por urdir.
Datrebil
LA MUSA DE LOS POETAS
Cuántas plumas escribieron
inspiradas en doncellas,
tan bonitas como estrellas,
y parar ya no pudieron.
Cuántas otras, con sus huellas,
forjarán propios caminos
entre versos clandestinos
urdidos de amor por ellas.
Corazones peregrinos
- de sumo verbo inherente -
nadando a contracorriente
en un denso mar de espinos.
Todos ellos sin destinos,
más que loar, en escuetas
rimas, las muchas facetas
que confiere la mujer;
pues, por ende, llegó a ser
la musa de los poetas.
Datrebil
EN EL HUMO DE UN CIGARRO
Allá donde tus ojos sólo viera
el humo blanquecino de un cigarro,
mis pupilas reflejan el bizarro
contorno de mujer que las prendiera.
Y es que ella me acompaña adonde fuera,
adonde se me pierda la mirada...
pues quedó en mis retinas perpetuada
el día que la vi, por vez primera.
Datrebil