...Mientras haya unos ojos que reflejen los ojos que los miran; mientras responda el labio suspirando al labio que suspira; mientras sentirse puedan en un beso dos almas confundidas; mientras exista una mujer hermosa, ¡habrá poesía! Gustavo Adolfo Bécquer
Ocho son las lindas rosas
del rosal de Andalucía,
únicas en gallardía
no hay como ellas más hermosas.
Ocho rosas de alegría
en versos rememoradas
por las plumas consagradas
de poetas de valía.
Huelva de playas doradas,
donosa Cádiz, tacita
de plata; Málaga cita
a las tardes soleadas.
Granada, cuento de hadas;
mediterránea orilla
de Almería la sencilla,
Jaén de verde aceituna;
Córdoba, reina moruna,
y la preciosa Sevilla.
De sobras sé que soy un pobre iluso por intentar tocar el firmamento... Sé también que no soy un jardinero que mima con caricias a sus flores... Y ni siquiera soy un ruin poeta que plasma en sus poemas, sus sentires... Mas déjame luchar por el anhelo de poner en tus manos una estrella, permíteme lidiar con el destino para que no desista en el ahínco de poner en tus manos una rosa y accede a ser la musa que me inspire en los sentidos versos que se empeñan en poner en tus manos mis latidos.
Cada verso es un latido que procura un pecho ajeno donde no le pongan freno, donde pueda ser sentido. Es un grito enmudecido, una dulce melodía, a veces, una utopía... Mas es siempre el argumento, el eco del sentimiento del poeta y su poesía.
Cuando sientes como el verso cae despacio en la piel se transforma, se hace miel implantando su universo en tu cuerpo y su reverso te asalta una sinfonía de paz, de luz, de alegría... un caudal de sentimientos que te invade por momentos y te llena de poesía.
Permanecen postradas en mis dedos tantas y tantas caricias; las guardan mis manos vanas de la piel amada, ansiosas de abrigar su desnudo cuerpo. No encontraron el lujurioso camino que lleva a estremecer el alma, quedáronse huérfanas en el umbral del deseo. No más lejos, allá donde duerme mi sonrisa, adolecen los besos que no sellaron sus labios; la dulce miel destilada en mi boca, hízose hiel amarga sazonada por la distancia. Se aferran, uno a uno, a las lágrimas que se precipitan al vacío desde el mar de mis ojos; mientras mis suspiros entonan un réquiem por este amor languidecido que destroza en jirones mi corazón y mi alma. Se me va la vida y el amor... con ella.
Hay quien me llama loco por perseguir mis sueños, por luchar con mi sino, por desafiar al tiempo. Hay quien dice que vivo en las nubes del cielo perdido en la espesura de jardines etéreos, donde mora la rosa que procura mi pecho. Mas, es posible - digo - que ya no me halle cuerdo; pues yo vuelo sin alas alzado por el viento más allá del cinismo hasta un mundo sin miedos, donde hombres y mujeres alcancen con sus dedos la luna y las estrellas del ancho firmamento. No vive quien no lucha por conseguir sus sueños; no conoce la dicha, quien no sueña despierto.
Muchas gracias, amiga, por acordarte de mí. Abrazos.
"La mano que regala una rosa, también queda perfumada." Anónimo
"La rosa por ser bella tiene sus espinas; tú por ser como ella, enojas y lastimas." Anónimo
"La vida es como una rosa; el que tenga espinas, no quita su belleza." Anónimo
"Mi amistad por ti terminará cuando un pintor sordo logre dibujar el sonido de un pétalo de rosa que cae sobre un pavimento de cristal." Anónimo
"Una rosa es un te quiero; pero si es roja es un te amo." Anónimo
"Si eres tú misma el rosal y las rosas, la noche de mi verso y sus estrellas, ¿a quién dedicaré este breve cielo, este arbusto, esta fuente, este desvelo?". Gerardo Diego
"Vuélvete rosa desnuda al carmen rosa del cielo. La forma de mi desvelo frente a tu sonrisa duda." Sara de Ibáñez
"Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando". Rabindranath Tagore