
NO DEJES DE MIRAR LA LUNA
No dejes de mirar la luna clara
a pesar de tener los ojos llenos
de lágrimas amargas, de tristeza;
pues en la inmensidad del firmamento,
la luna me devuelve tu mirar
como un hermoso y cálido destello.
No dejes de mirar la bella luna,
aunque la oscuridad empañe el cielo
anegando de pena tus ojitos,
apagando la llama de tu pecho;
pues no habrá lobreguez tan virulenta
que deje sin su brillo, tus luceros.
No dejes de mirar la luna, niña,
aunque no te devuelva mi reflejo;
no será por dejar de contemplarla,
si bien, por verla, muero en el empeño
buscando tu mirada en su blancura.
Es pues que por mirarla... quedé ciego.
Datrebil
No dejes de mirar la luna clara
a pesar de tener los ojos llenos
de lágrimas amargas, de tristeza;
pues en la inmensidad del firmamento,
la luna me devuelve tu mirar
como un hermoso y cálido destello.
No dejes de mirar la bella luna,
aunque la oscuridad empañe el cielo
anegando de pena tus ojitos,
apagando la llama de tu pecho;
pues no habrá lobreguez tan virulenta
que deje sin su brillo, tus luceros.
No dejes de mirar la luna, niña,
aunque no te devuelva mi reflejo;
no será por dejar de contemplarla,
si bien, por verla, muero en el empeño
buscando tu mirada en su blancura.
Es pues que por mirarla... quedé ciego.
Datrebil