...Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran;
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira;
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas;
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía!
Gustavo Adolfo Bécquer

UN INSTANTE
Hay algo que, con el paso de tiempo,
yo aprendí:
un instante es la vida
- que no se detiene
y que hay que vivir -.
Pasa a toda prisa
- apenas sin darte cuenta -
y si no la disfrutas ahora;
mañana, tampoco lo harás.
No dejes de luchar por tus sueños,
no dejes de hacer lo que anhelas;
en un segundo se termina la vida
y ya no habrá vuelta atrás.
Datrebil

COMO UNA ROSA
El amor es una rosa
vestida de rojo intenso,
que brota firme en el pecho
e impregna el alma de aroma.
Sus pétalos son de seda;
afiladas, sus espinas.
Su fragancia es exquisita;
zalamera, su belleza.
Mas, el tiempo que no cesa
y el sopor de la rutina
sus bellas hojas marchitan,
abrumándola de pena.
Muere el amor cual la rosa,
si no se riega el terreno
con cariño y con esmero;
al igual que su corola.
Datrebil

BOMBONCITO DE LICOR
Recubierto con dulce chocolate,
en sus adentros guarda la excelencia
el bombón que provoca mi demencia
mientras me embriaga el alma su sabor.
Envuelta en la fragancia de la rosa,
en su pecho cobija la grandeza
la mujer que embelesa mi cabeza,
igual que un bomboncito de licor.
Datrebil

NUNCA SERÉ
Acaricia el pianista las teclas de su piano
con excelso cuidado, con ávido deseo;
de la misma manera que un hombre enamorado
agasaja con mimo el cuerpo de su amada.
El pintor inspirado dibuja con sus trazos
sugerentes imágenes en blanquecinos lienzos,
como deja el amante con sus ardientes manos
las pasionales huellas en la piel de su dama.
Amores imposibles, recuerdos evocados,
el poeta describe en sus sentidos versos;
de la misma manera que un hombre enamorado
pronuncia con orgullo el nombre de su amada.
Nunca seré un pianista que acaricia su piano,
ni un pintor inspirado que da vida a sus lienzos
y tampoco un poeta de versos delicados
que le escribe sonetos a su anhelada dama.
Pues soy un pobre loco sin talento apegado
que soñó con quimeras aun estando despierto;
un simple jardinero con desmañadas manos
que muere enamorado, fiel a su rosa blanca.
Datrebil

MI TIERRA
Visten blancos azahares
los naranjos de las plazas,
anuncian la primavera
que llega con su jarana.
El sol matiza con oro
la torre que al río guarda;
mientras trinan los gorriones
al repicar de campanas.
Al pie de la Catedral,
por su gente la Giralda
vela, desafiando al cielo
con su belleza lozana.
El trote de los caballos
a las palomas espantan
paseando sus calesas
hasta la Plaza de España.
Al otro lado del Betis,
la gloria de la Esperanza
acoge a los marineros
entre los patios de Triana.
Huelen a dulces jazmines,
geranios y rosas blancas
sus emblemáticas calles
de tanta historia rociada.
Cuánta hermosura atesoras,
Sevilla de mis entrañas,
que aquellos que te visitan
siempre te llevan en su alma.
Datrebil